miércoles, 12 de febrero de 2014

Mientras veíamos la Sinfónica. Tres frases ocultas y una visible.



*A través de la mica de sus lentes podía ver, aunque empañada, la imagen más perfecta que jamás había imaginado. La vio venir acercarse a él con su escondida sonrisa.
*Temía no poder con ella, temía errar como las veces anteriores en las que, con sus trémulas manos, arruinaba todo lo que tocaba. Temía acercarse a él, y escondió su sonrisa para que nadie la mirara.
*Dejó caer sus brazos sobre sus piernas y cerró los ojos, no pudo moverse más. Quedaría estático para siempre, nunca volvería a levantar la mirada de nuevo. *Se quedará esperando, como siempre, a que alguien con un corazón de miel, abra los ojos de su alma y se atreva a incrustar un poco de amor en sus entrañas. Se quedará esperando, como siempre, el aire ya no golpeará, el azul se apagará o, tal vez, se volverá más intenso; faltará el agua, pero él seguirá esperando, sin palabras, sin movimiento, incluso podría llegar el momento en que hasta sus propios pensamientos desaparezcan. *Notas de un adiós sin final; música para sus oídos, magia al instante. Paz en su corazón, luz en sus ojos. Cascabeles resonando en todo su cuerpo, tambores que penetran hasta lo más profundo de sus recuerdos. Música de miel que le permitirá olvidarlo todo de una buena vez.

Gina y Joh (Llina i Llou)

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