(nuestro primer cadáver virtual)
El otro día salí de mi casa y me pasó lo más extraño que me había pasado jamás. ¿Te acuerdas de mi abuela? Ella siempre me contaba que, cuando iba a ocurrir un milagro en su vida, se encontraba una medallita de la virgen tirada en el suelo. * Pues abrí la puerta de mi casa, y me encontré esa misma medallita justo a mis pies. Tenía mucha curiosidad, así que me agaché para recogerla. Pero justo en el momento en que iba a tocarla, sonó el teléfono. No estaba esperando una llamada, pero siempre procuro contestar rápido porque esa campanilla me molesta. Alcé la bocina y escuché su voz.*
Claramente era la voz de mi abuela. Pero eso no era posible. Tú sabes que yo no creo en los fantasmas ni en el más allá ni en la vida después de la muerte. Me quedé sin palabras. No pude responder. Mi abuela, del otro lado, me dijo:* “debes venir de inmediato. Algo ha pasado.” Y colgó. Mi corazón comenzó a palpitar fuerte. no sabía qué hacer. Tomé mis llaves y me dirigí a la puerta. Y ahí estaba, de nuevo la medallita, mirándome desde el piso deseando ser tomada.
Decidí dejarla ahí, esperando a ser portadora de milagros para otra persona. Definitivamente yo no soy materia para disfrutar de seas cosas extrañas y paranormales
Joh*Gina*